Según la investigación aquellos que duermen entre 7 y 8 horas por la noche tienen menos tasas de enfermedad cardíaca y mental, además muestra que la falta de sueño deteriora el funcionamiento del sistema inmunitario.

Durante el estudio con un grupo de 153 mujeres y hombres sanos, se comprobó que entre menos dormían los individuos, cuya edad promedio era de 37 años, más propensos estaban  a desarrollar un resfriado. Dormir menos horas cuando se estaba en la cama se asoció también con el desarrollo del resfriado, de modo que aquellos que dormían menos del 92% del tiempo que pasaban en la cama fueron 5,5 veces más propensos a enfermar que aquellos que dormían un 98% o más.

Los investigadores concluyen que el tiempo de sueño adecuado se encuentra entre  las 7 y las 8 horas y que  la infección y los síntomas de la enfermedad se asociaron a la eficacia y no a la duración del sueño ni a la infección

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